"Según TÜV SÜD, la integración del ecodiseño y la economía circular son algunas de las prácticas que han ido ganando peso en el terreno empresarial"
Martes, 28 Junio, 2022
En plena temporada de rebajas de verano son muchos los consumidores que priorizan las buenas prácticas de sostenibilidad a la hora de decidir su próxima adquisición, una demanda que está obligando a las empresas a mejorar la circularidad de sus procesos para ofertar productos responsables con el medio ambiente.
De hecho, la Unión Europea lleva varios años legislando para minimizar el impacto de los residuos al final de la vida útil y, en consecuencia, para sentar las bases que permitan alcanzar la neutralidad climática de cara a 2050.
Para verificar la sostenibilidad de un producto, según Oriol Roig, Global Key Account Manager de Consumer Products & Retail de TÜV SÜD España y Portugal, se deben revisar cuatro aspectos fundamentales:
“Los tres primeros aspectos deben someterse a ensayos periódicos, mientras que en el último punto interviene un proceso de auditoría. Para evitar posibles fraudes ante el crecimiento exponencial del número de etiquetas y certificaciones, la Unión Europea ya está profundizando en este asunto para combatir el famoso greenwashing”, añade el experto.
Dentro de la industria textil, una de las más contaminantes del planeta, “se están impulsando distintas iniciativas para remediarlo. Por ejemplo, se está fomentando el uso de algodón y otras materias primas de origen orgánico, sin pesticidas, y fabricadas en instalaciones ZDHC (cero vertidos) en las que se utilizan contenidos reciclados y con mayor durabilidad, así como el uso de fibra vegetal producida en bosques controlados para disminuir las fibras de origen animal”, concluye el experto.
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