"En TÜV SÜD hemos identificado cinco claves que permiten evaluar la responsabilidad de un proveedor en términos de criterios ambientales, sociales y de Buen Gobierno (ESG). Estas claves son fundamentales para fomentar prácticas empresariales más sostenibles y éticas en el mercado actual"
Martes, 30 Mayo, 2023
El compromiso con la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para las empresas, y muchas de ellas han alineado sus acciones y políticas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Según un estudio realizado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas en colaboración con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el 90% de las empresas contribuyen a alcanzar estos ODS.
Transformar la cadena de valor para integrar una estrategia de compras sostenibles es un reto que las empresas deben afrontar a corto plazo. Según la norma ISO 20400, el nuevo estándar y certificación de compras sostenibles o compras verdes, la adquisición sostenible consiste en tomar decisiones de compra que satisfagan las necesidades de bienes y servicios de una organización de manera que beneficien no solo a la compañía, sino a la sociedad en su conjunto, a la vez que minimizan su impacto en el medio ambiente.
Desde TÜV SÜD, como líderes a nivel internacional en el desarrollo e implantación de soluciones de alta calidad, sostenibilidad y seguridad, hemos identificado cinco claves que ayudan a determinar si un proveedor es responsable con criterios ambientales, sociales y de Buen Gobierno (ESG por sus siglas en inglés).
En primer lugar, el proveedor debe cumplir con la normativa vigente que afecta legalmente a su cliente y, además, ofrecer productos y servicios que cumplan con la normativa de aplicación (calificaciones técnicas, requisitos normativos, garantías, etc.).
En el caso de la prestación de servicios en los centros de trabajo del cliente, el proveedor debe tener capacidad para desarrollar su actividad de acuerdo con la normativa aplicable de Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
Asimismo, el proveedor debe cumplir con la normativa ambiental (licencias, permisos, autorizaciones, gestión de residuos, etc.) y laboral, con respecto a sus trabajadores. Además, es conveniente que sus políticas estén alineadas con los objetivos de calidad, medio ambiente, seguridad, salud y cumplimiento normativo del cliente.
Otra demostración del cumplimiento de la normativa ambiental es contar con la certificación ISO 14001 o la superación de otro tipo de auditoría realizada por alguna entidad de reconocido prestigio.
Por último, aquellas empresas que tengan capacidad de influir en sus proveedores tienen la obligación moral de promover políticas de sostenibilidad en su cadena de suministro. En este sentido, es cada vez más común que las empresas involucren a sus proveedores en el proceso de descarbonización de la economía, reduciendo las emisiones de CO2 derivadas de la producción de los productos y servicios que ofrecen.
Desde nuestra perspectiva, es crucial que los CEOs de las empresas también se involucren y tomen conciencia de que los consumidores son cada vez más exigentes y de que ofrecer productos que tengan en cuenta el medio ambiente y estén elaborados de manera ética y justa es fundamental para ser competitivos en el mercado.
El Foro Económico Mundial (FEM) declara en uno de sus informes que apostar por los productos responsables puede aumentar hasta un 20% los ingresos, reducir los costes hasta un 16% y aumentar el valor de la marca entre un 15% y un 30%.
En TÜV SÜD, ofrecemos múltiples servicios para acompañar a las empresas en la mejora de sus prácticas sostenibles, desde la definición de una política y un sistema de gestión sostenible para las compras, hasta el diseño de programas de evaluación y mejora de la sostenibilidad de los proveedores. Además, también contamos con soluciones orientadas a desarrollar auditorías y planes de mejora en los proveedores, así como al cálculo de la huella de carbono en la cadena de suministro.
En definitiva, estamos convencidos de que las empresas desempeñan un papel decisivo a la hora de contribuir a la consecución de los ODS establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Entre sus compromisos empresariales, está la elección de proveedores social y medioambientalmente responsables, que cumplan con criterios ESG. Una forma de implementar una estrategia de compras verdes es establecer un sistema de puntuación que ayude a determinar la situación inicial con los proveedores actuales, establecer objetivos y medir los resultados. A partir de ahí, se pueden tomar decisiones.
De esta manera, nos aseguraremos de implementar cambios transformadores que cumplan con las nuevas demandas gubernamentales y de la sociedad en lo que respecta al cuidado de nuestro planeta y al impulso de formas de consumo más responsables.
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